Los cánceres del aparato urinario y genital masculino son frecuentes y, en muchos casos, pueden detectarse a tiempo con revisiones periódicas. Un diagnóstico temprano permite ofrecer tratamientos más efectivos y con mejores resultados.
Cáncer de próstata
- Es el cáncer más frecuente en hombres.
- En sus etapas iniciales no suele dar síntomas, por eso es fundamental el chequeo anual con antígeno prostático y revisión urológica.
- Cuando avanza puede causar dificultad para orinar, sangre en la orina o dolor óseo.
Cáncer de vejiga
- Su síntoma de alarma más característico es la sangre en la orina, incluso aunque no haya dolor.
- Puede confundirse con una infección, por eso es importante hacer estudios a tiempo.
- El tratamiento depende de la etapa, pero suele iniciar con cirugía endoscópica
Cáncer de Riñón
- Muchas veces no da síntomas en etapas tempranas y se detecta de manera incidental en un ultrasonido o tomografía.
- Cuando progresa puede causar dolor en el costado, sangre en la orina o masa palpable.
- La cirugía, hoy en día con técnicas laparoscópicas o robóticas, es la base del tratamiento
Cáncer de Testículo
- Es el cáncer más común en hombres jóvenes.
- Se manifiesta como una bolita dura en el testículo, generalmente sin dolor.
- La autoexploración testicular es clave para detectarlo de manera temprana.
Diagnóstico y abordaje integral
El estudio de cada paciente incluye:
- Historia clínica detallada y exploración física.
- Estudios de imagen (ultrasonido, tomografía, resonancia según el caso).
- Marcadores tumorales y estudios de laboratorio.
- Biopsias cuando son necesarias para confirmar el diagnóstico
Tratamientos disponibles
Según el tipo de cáncer y su etapa, se pueden utilizar:
- Cirugía mínimamente invasiva (láser, laparoscopía, cirugía robótica en centros especializados).
- Tratamientos endoscópicos.
- Terapias oncológicas modernas (hormonales, quimioterapia, inmunoterapia).
- Seguimiento a largo plazo con controles periódicos.